Las pólizas de vehículos son contratos, por lo general, de vigencia por un año (365 días). Y se puede dar que a lo largo de esa vigencia un cliente cambie su vehículo. O decida disminuir o aumentar su cobertura.
Para los cambios de vehículo, salvo casos muy particulares, lo más conveniente es utilizar la misma póliza (el mismo contrato). Excluyendo el vehículo que se vende e ingresando el que se compra.
A continuación, van unos ejemplos de cómo se calculan las modificaciones, para tener una idea general:
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